martes, 12 de noviembre de 2013

Persigue tus sueños con sensatez

Llegará ese día en el que te encuentres en segundo de bachiller y aparte de oir por todas partes la palabra selectividad, PAU y error de concepto tendrás que plantearte una de las decisiones más difíciles de tu vida. ¿A que quiero dedicar mi tiempo, mi talento, mi ilusión y mis largas noches en vela hasta que envejezca? ¿Cuál quiero que sea el motivo que me levante cada día de la cama el resto de  mi vida? y yo quizás me esté equivocando y lo sé. Pero en los tiempos que corren no puedo permitirme el lujo de perseguir mi sueño sin tener en cuenta la demanda del mercado así que la decisión que he tomado es elegir estudiar algo que me llama la atención y me agrada hacer para poder costearme así los gastos que requieren aquello que sueño. En esta vida hay tiempo para todo y si no podemos dedicarnos a aquello que nos apasiona podemos realizar algo que nos permita cumplir nuestros sueños. En particular mi sueño es coser. Sí, esa cosa que parece de viejos a mi me resulta un inmenso mundo de imaginación, creación y formas imposibles. Me parece mágico el hecho de coger un trozo de tela y convertirlo en un vestido impresionante digno de alfombra roja. Pero en los tiempos que corren sería insensato dedicarme a eso, pues yo simplemente soy una niña de 18 años con mucha imaginación que juega con 4 trapos que encuentra por casa y se hace cosas monas para salir de fiesta. Obviamente el listón que arrastran las grandes firmas están a años luz de mi alcance.
Desde pequeña me han gustado los números y sobre todo la química me parece otra forma de creación. Así que he decidido estudiar el grado en farmacia. Será divertido y conseguiré un trabajo que me permita costearme clases de costura. Y si ha de ser que ser costurera sea mi destino siempre estaré a tiempo de convertir mi hobbit en mi vida. Quedan muchas páginas todavía que escribir a lo largo de los años. Quién sabe si al final de este libro aparezco cargada de patrones en una boutique de alta costura confeccionando vestidos de novia.

lunes, 11 de noviembre de 2013

R :)

Es curioso que cuanto más e alejo de ti más grandes me parecen todas y cada una de las putadas que me hiciste. Nunca antes me había parado a pensar en las noches que había pasado sufriendo por ti, por tu actitud hacia mi. Hace unos días recordé aquel día en el que me acerque a ti porque me encontraba sola perdida borracha en un sitio que no conocía solo podía recurrir a ti y me acerque. Y se te descompuso la cara. Te avergonzaste hasta en el último rincón de tu ser de mi. Nunca se me borrara esa imagen. Ver una lápida con mi nombre bajo la inocencia de un rayo de sol me habría herido menos. Te reíste de mí. Con ella. Y te fuiste así sin más. Con ella. Sin un remordimiento. Sin más. Y al cabo de unas horas viniste reclamándome. Echándome cosas en cara de las que yo no era culpable y aun así, ese mismo día a esa misma hora pensaba que eras la criatura más maravillosa que había pisado jamás la tierra. Y aun así te amaba. Y aun así te defendía. Y aun así ponía una sonrisa al oir tu nombre mientras las lagrimas recorrían mis mejillas y caian al suelo de ese lugar que no conocía, ese suelo que me perdia, que me aislaba que me hacia sentir mal. Ese suelo que me parecía una piscina con doce tiburones blancos acechándome, ya sabes que me cuesta la vida pedir un vaso de agua cuando voy a un bar por vergüenza, bueno en realidad no lo sabes, nunca he sido lo suficientemente persona como para estar cerca de ti en un bar, pero es la verdad me cuesta la vida hablar con una persona desconocida. Pero bueno paso un día y te lo perdone todo sin ni siquiera una disculpa por tu parte. Autoconvenciendome de que no era tan grave y te busque y me disculpe mil veces por haberte ofendido aquella noche poque la culpa había sido mia por dejar que ese amigo de toda la vida sintiera compasión de mi y me acompañara a volveré sola. Y hice lo posible y pensé que lo conseguí o quizás simplemente te pille con el calenton de la noche. Y me sentí la mujer más afortunada del mundo por ese perdón.
Hoy sin embargo he estado recordando uno de los días más felices de mi vida. El día de mi graduación. Ese día en el que te pones un vestido impresionante para que las personas más importantes de tu vida te vean despedir uno de los mejores ciclos de tu vida. Ese día en el que todo son sonrisas en el que tu hermano en vez de tirarte el ando de la tele te dice que vas guapísima con los ojos brillantes ese día en el que todas de reojo miraban a ese chico tan guapo en las gradas. Ese chico que estaba allí por ellas. Porque había pasado muchas tardes oyéndola hablar de este o aquel examen de esta o aquella profesora y estaba orgulloso de que ella estuviera allí y tan guapa. Me habías prometido que si estabas aquí no faltarías. La noche anterior me había enterado de que estabas aquí. Aunque tu te habias callado como las putas y había soñado en poder tener una fotografía contigo y con aquel vestido largo. Era el mejor regalo que nadie me podría hacer. Pero en el fondo sabía a ciencia cierta que tu no ibas a aparecer. Y llego el momento llegue al instituto. Se suponía que no podíamos salir de la biblioteca pero yo me escape y te busque con la mirada por todas las gradas. Ni rastro. Volví a entrar. Era el momento. Y sali con mi pareja agarrada del brazo y casi me explota el corazón al ver a uno de esos amigos tuyos que me caen tan mal y la adrenalina me llego hasta los dedos de los pies "Quizás venga" y pasaron minutos horas y yo seguía mirando atrás colgada de ese quizás. Seguro que al final viene... Y era la hora de irme al restaurante y todo reián felices. Se sacaban fotos. No se podían quitar la sonrisa de la cara. Y yo seguía mirando al mismo sitio. Aguantándome las lágrimas. Intentando sonreírle a mi madre que se había gastado tanto en ese vestido y estaba más ilusionada que yo. A decir verdad yo me sentía la peor mierda que había en el mundo. Y llego la cena. Moría de ganas de estar en mi casa debajo de mi cama. Llorando hasta dormirme. Sola. Mire el móvil. Un whatsapp tuyo. Me temblaban las piernas las manos todo. Y me tuve que ir al baño para que nadie me viera así. Disfruta de este día tan importante para ti :). Y ya esta. Eso era todo y estrelle el móvil. Y me perdi la carne. Y los entrantes y necesitaba irme de allí y necesitaba morirme y necesitaba no ser yo. Me he quedado esperándote. Mi madre no me ha dejado ir. Y no tuve nada más que pensar. Me fui a mitad del campo. Con ese vestido de ·300 €, ese que te iba a dejar con la boca abierta, y pensé que no quedaría tan mal ahorcada por allí. Respiré ondo agache la cabeza fui al servicio me quité como pude el rímel y me senté a la mesa. Esquivé preguntas. Me comí el postre y pase al salón.
Y vino él. Ese muchacho al que le tienes tanta rabia. Y me pidió perdón. Y me invitó a hablarlo. Y me dijo que seguía enamorado de mi y que era lo más bonito que él podría tener y lo necesitaba. Y necesitaba llorar y  necesitaba besarlo. Y cerré los ojos. Y imaginé que me besabas y que estabas contento de hacerlo porque era un día importante para mí. Los abri y aunque había deseado con todas mis fuerzas que al abrirlos estuvieras tu no era así. Y me fui y me arrepentí. y pase toda la noche bebiendo no quería saber que estaba en el mundo y no recuerdo nada. Ni siquiera sé como volví.
Pero a la mañana siguiente al despertar lei tu whatsapp una y otra vez con una sonrisa en la cara y desperté y llegó un ramo de flores y soñé que era tuyo. Era de mi prima. Pero me hice creer que era tuyo y era la más feliz del mundo por ello. Al día siguiente tenías ganas. Y al preguntarme por el día más feliz de mi vida tuve que contarte lo que había oído de unos y de otros por no hacerte sentir culpable y aun así era la mujer más afortunada del mundo por poder contártelo.
Pero bueno el tiempo pasa y tu te arrepientes de haber tratado mal a esa chica que en tres noches te ha dado taaaantiiisimo de su vida yo sin embargo no soy nada y estas cansado de mi que no te lo puedes ni imaginar.
¿Tu tienes tu tienes tu conciencia tranquila?¿Tu eres capaz de conciliar el sueño por las noches?
Y a pesar de todo lo pasado prefiero ser la puteada al hijo de puta. No podría vivir siendo una vieja llena de remordimientos. Y si hoy algo pido es tener la valentía y la oportunidad de soltarte esto mirándote a los ojos. Y si algo te agradezco esque me echaras de tu vida de esta manera.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El roce de mi dedo por tus labios

Me basta con observarte para saber que mientes y que intentas creer tus propias mentiras... un movimiento de manos, una mirada fija mientras aquel muchacho te sigue hablando, unos brazos contraídos, una respiración entrecortada, una espalda curvada, una búsqueda con la mirada por todo el local...fueron muchas las noches explorándote ya bajo sabanas y mordiscos, fueron muchos besos en el cuello y sueños bajo estrellas.